El 24 de mayo de 1543 falleció Nicolás Copérnico, polímata renacentista y astrónomo polaco, quien revolucionó la astronomía al proponer el modelo heliocéntrico del sistema solar, desplazando a la Tierra del centro del universo.
Tras cerca de 25 años de trabajo, publicó su obra De revolutionibus orbium coelestium, que sentó las bases de la astronomía moderna y desencadenó la revolución científica del Renacimiento. Temiendo la controversia religiosa, Copérnico retrasó la publicación hasta poco antes de su muerte, que ocurrió tras un derrame cerebral. En 2005 se localizaron sus restos en la catedral de Frombork, Polonia.
Su legado cambió para siempre la forma en que entendemos el cosmos, al demostrar que la Tierra gira alrededor del Sol y no al revés.