El 21 de mayo de 1831, el inventor francés Louis Daguerre compartió con su socio Joseph Nicéphore Niépce el descubrimiento de la sensibilidad del yoduro de plata a la luz, un hallazgo fundamental que sentó las bases de la fotografía moderna.
Este avance permitió capturar imágenes permanentes mediante un proceso químico, revolucionando la forma en que se documentaba la realidad y abriendo un nuevo campo en las artes y las ciencias.
El aporte de Daguerre marcó el inicio de una era visual que transformó la comunicación y la memoria histórica a nivel global.