El 21 de mayo de 1942, un submarino alemán hundió el barco petrolero mexicano Faja de Oro frente a Cayo Hueso, en el Golfo de México.
Este ataque fue el segundo contra buques mexicanos por parte de la Alemania nazi y provocó la ruptura de la neutralidad mexicana en la Segunda Guerra Mundial. Poco después, México declaró la guerra a las potencias del Eje y se unió a los Aliados, participando activamente en el conflicto, incluso con el Escuadrón 201 en el Pacífico.
Este acontecimiento marcó un giro decisivo en la política exterior mexicana y su compromiso con la defensa de la democracia mundial.