El 21 de mayo de 1919, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la Decimonovena Enmienda a la Constitución, que garantizaba el derecho al voto a las mujeres, un paso clave hacia la igualdad política.
Esta aprobación fue un avance histórico en la lucha por los derechos civiles y la participación democrática, que culminaría con la ratificación definitiva de la enmienda en 1920. El movimiento sufragista estadounidense, liderado por figuras emblemáticas, logró así un cambio profundo en la sociedad y en la política del país.
Este hecho es celebrado como un triunfo de la justicia social y un modelo para los derechos de las mujeres en todo el mundo.