TRES DE FEBRERO: BULLYNG Y VIOLENCIA A LA SALIDA DE LA ESCUELA N°46, EN VILLA LIBERTAD
El timbre suena. Son las cuatro de la tarde y, como todos los días, la vereda de la Escuela Nº 46 de Villa Libertad se llena de voces, mochilas y pasos apurados. Pero desde hace semanas, el bullicio habitual tiene otro tono: el del miedo.
Mariana, madre de una alumna de primer año, espera a su hija con el corazón en la garganta. Mira a su alrededor, buscando entre la multitud algún gesto extraño, alguna mirada que le confirme lo que ya sabe: que la violencia se ha instalado en la puerta de la escuela.
No es la única. A su lado, otros padres se agrupan en pequeños círculos, hablan en voz baja, miran sus teléfonos. En uno de ellos, el video que circuló por WhatsApp y redes sociales: una adolescente, acorralada contra una pared, recibe golpes y patadas de otras compañeras mientras un grupo observa y filma. La escena es brutal y, para muchos, imposible de olvidar.
La violencia no es nueva, pero la viralización del video fue un punto de quiebre. Desde entonces, la puerta de la escuela se transformó en un lugar de vigilancia permanente. Los padres se turnan para acompañar a sus hijos, temiendo que la próxima víctima pueda ser cualquiera.
Dentro de la escuela, el clima es tenso. Algunas docentes intentan contener a los alumnos, pero el miedo y la desconfianza se sienten en el aire. «No sabemos a quién recurrir», dice otra madre. «Hablamos con la dirección, pero no vemos respuestas. Nadie del Consejo Escolar vino a ver qué pasa. Estamos solos».
Mientras tanto, los chicos hablan entre ellos, intercambian mensajes, se cuidan las espaldas. El patio, que antes era lugar de juegos, ahora es territorio de rumores y miradas esquivas.
La preocupación de las familias crece. Se organizan por grupos de WhatsApp, comparten información, planean reuniones. Algunos proponen marchas, otros piden ayuda a los medios. Todos coinciden en lo mismo: quieren que sus hijos puedan ir a la escuela sin miedo.
«El bullying no es una travesura», repite Mariana. «Es violencia. Y si no se hace nada, puede terminar muy mal».
La Escuela Nº 46 de Villa Libertad, alguna vez símbolo de comunidad y encuentro, hoy es noticia por una herida que duele y preocupa. La violencia escolar no es un problema de unos pocos: es el reflejo de una sociedad que, muchas veces, elige mirar para otro lado.
Mientras tanto, el timbre vuelve a sonar. Los chicos salen apurados, abrazados a sus mochilas y a sus padres. La calle los espera, pero el miedo sigue ahí, agazapado, esperando una respuesta que todavía no llega.
Video publicado por N3F Noticias en su facebook.
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