LAS DOS CTA CONVOCAN A UNA CONFERENCIA DE PRENSA ANTE LA BRUTAL REPRESIÓN

El pasado miércoles, una masiva movilización de jubilados y pensionados en el Congreso de la Nación terminó en una feroz represión por parte de las fuerzas de seguridad, dejando un saldo de heridos graves y más de un centenar de detenidos.

La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y la CTA Autónoma emitieron un comunicado conjunto repudiando la violencia desatada por el gobierno y acusando a Javier Milei y Patricia Bullrich de utilizar la represión como estrategia para ocultar las consecuencias de sus políticas económicas y el escándalo de estafas con criptomonedas.

La marcha, que contó con el apoyo de barras bravas, sindicatos y organizaciones sociales, buscaba visibilizar el reclamo de los jubilados por mejoras en sus haberes, afectados por una fórmula de movilidad que ha reducido sus ingresos en un 30% desde el inicio de la actual gestión gubernamental. La manifestación se convirtió en un polo de unidad popular contra las políticas de ajuste y saqueo.

La Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reivindicó la represión, acusando a los manifestantes de ser “patotas” y “barras bravas” que buscan desestabilizar al gobierno3. Sin embargo, las imágenes de la represión mostraron un fotógrafo herido de gravedad por un disparo directo de una granada de gas y decenas de heridos por escopetazos y palazos. Además, se denunció la presencia de contenedores con piedras en los alrededores del Congreso y la colocación de armas en medio de la calle por miembros de las fuerzas de seguridad.

Las dos CTA, junto con otros organismos, convocaron a una conferencia de prensa para exigir la liberación inmediata de los detenidos y denunciar la violencia desatada por el gobierno7. La CGT también condenó el “salvaje accionar” del gobierno, calificándolo de autoritario6. Además, se destacó que dentro del Congreso, diputados oficialistas protagonizaron incidentes para impedir la investigación del escándalo cripto y la prórroga de la moratoria previsional.

En resumen, la situación refleja un gobierno en crisis, que recurre a la represión para ocultar las consecuencias de sus políticas y escándalos, generando un clima de tensión social y política en el país.