HOMENAJE EN EL BOSQUE DAGMAR HAGELIN: UN LLAMADO A LA RESISTENCIA Y LA TRANSFORMACIÓN
Ayer, la comisión de familiares detenidos y desaparecidos de Tres de Febrero realizó un emotivo homenaje en el Bosque Dagmar Hagelin, un lugar emblemático que se ha convertido en símbolo de memoria y resistencia.
El evento estuvo dedicado a evocar la memoria de Patricia Roisinblit, una joven desaparecida durante la última dictadura militar argentina, y contó con la participación destacada de Miriam Lewin y Mariana Eva Pérez.
Patricia Roisinblit, una activista política que militaba en la columna oeste de Montoneros, fue secuestrada el 6 de octubre de 1978, cuando estaba embarazada de ocho meses. Su desaparición, junto con la de su pareja José Manuel Pérez Rojo, es un recordatorio doloroso de los crímenes cometidos durante ese período oscuro de la historia argentina. Su hijo, Guillermo Rodolfo Fernando Pérez Roisinblit, nació en cautiverio y fue recuperado años después gracias al trabajo incansable de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Durante el homenaje, el espacio fue embellecido como un tributo a las compañeras desaparecidas de Tres de Febrero, y se generó un debate profundo sobre el presente y el futuro. La idea central que quedó en el aire fue la necesidad de recuperar los pequeños lugares desde donde resistir en estos tiempos complejos, pero sobre todo, desde donde comenzar a construir un nuevo proyecto político transformador.
En un momento en el que la memoria y la justicia siguen siendo temas candentes, este homenaje no solo rinde tributo a las víctimas del terrorismo de Estado, sino que también llama a la acción. Es un recordatorio de que la lucha por la verdad y la justicia no debe cesar, y que la construcción de un futuro más justo y equitativo requiere la participación activa de todos.
El evento en el Bosque Dagmar Hagelin se convirtió en un espacio de reflexión y compromiso, donde las voces de Miriam Lewin y Mariana Eva Pérez resonaron con fuerza, recordándonos que la memoria es un arma poderosa para transformar el presente y construir un futuro mejor. En este sentido, el homenaje a Patricia Roisinblit y a todas las víctimas de la dictadura se erige como un faro de esperanza y resistencia en tiempos de incertidumbre.
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