TRES DE FEBRERO: LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA PRIMARIA 36 ASISTIERON EN SU PRIMER DÍA DE CLASES, EN MEDIO DE UN BASURAL A CIELO ABIERTO

El primer día de clases en el municipio de Tres de Febrero estuvo marcado por una situación lamentable.

La Escuela 36, ubicada en el cruce de las calles Iguazú y Tucumán, en el barrio Churruca, abrió sus puertas con un panorama desolador: montañas de basura acumuladas a pocos metros de la única entrada al establecimiento. Los alumnos y docentes tuvieron que sortear los residuos para poder ingresar al colegio.

La misma problemática afectó al Jardín de Infantes 921, situado en el cruce de Tucumán y Churruca. Allí, un punto ilegal de arrojo de residuos de todo tipo pone en jaque el funcionamiento del establecimiento educativo, generando un entorno insalubre e inseguro para los niños y el personal.

Lo más preocupante es que este vuelco de basura ocurre frente a las cámaras de seguridad municipales, que parecen asumir una actitud cómplice ante los infractores, quienes actúan con total impunidad. Esta situación se da a pesar de que existe una orden judicial dirigida a la policía y a la municipalidad para evitar el arrojo ilegal de desechos en la zona. Sin embargo, las autoridades parecen resistirse a cumplir con las disposiciones de la justicia.

¿Cómo es posible que vecinos incivilizados sigan arrojando basura día tras día en el mismo lugar sin ser sancionados? La falta de control y aplicación de multas permite que esta práctica continúe, afectando no solo a las instituciones educativas, sino también a la calidad de vida de toda la comunidad.

No pueden sacar la basura de las escuelas, pero ¿creen que van a detener a los motochorros? Falta de gestión y prioridades.

Esto debe terminar. No se puede tolerar que funcionarios violen la ley, pretendiendo colocarse por encima de la Constitución, que garantiza un ambiente sano y saludable para todos los ciudadanos. Es imperativo que se respeten las órdenes judiciales y se tomen medidas concretas para erradicar este problema, asegurando el bienestar de los estudiantes, docentes y vecinos. La impunidad no puede ser la norma.

¿Y dónde está el intendente Valenzuela? Resulta inaceptable que no pueda garantizar calles limpias y saludables, ni siquiera para los chicos que asisten a las escuelas. Su ausencia y falta de acción frente a este problema demuestran una grave desidia y un incumplimiento de sus responsabilidades básicas como autoridad. La comunidad merece respuestas y soluciones inmediatas.

Ya no va más el cuento de que “limpiamos y vuelven a tirar”. Es hora de actuar con firmeza: metan presos a los contraventores. Solo aplicando sanciones ejemplares y haciendo cumplir la ley se podrá poner fin a esta situación que afecta a toda la sociedad. Basta de excusas, basta de complicidad.

Fuente: https://www.miperiodico.com.ar/

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