La reciente decisión del gobierno argentino de eliminar el Registro del Programa de Cannabis (Reprocann) ha generado una fuerte controversia en diversos sectores.
Esta medida no solo afecta a las empresas productoras de cannabis medicinal, que se ven obligadas a frenar su producción, sino que también pone en riesgo cientos de empleos y la salud de miles de pacientes que dependen de este tratamiento para mejorar su calidad de vida.
Un retroceso en el acceso al cannabis medicinal
El Reprocann fue creado en 2021 como un mecanismo para garantizar el acceso al cannabis medicinal a pacientes con prescripción médica. Este registro permitía a los usuarios cultivar cannabis de manera legal o acceder a productos derivados a través de terceros autorizados. Sin embargo, el gobierno, liderado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, decidió dar de baja al programa, argumentando que una parte del cultivo legal estaba siendo desviado hacia el mercado ilegal.
Si bien desde el gobierno aseguran que esta medida busca fortalecer los controles y evitar abusos, la decisión ha generado incertidumbre tanto en los pacientes como en las empresas del sector. La falta de un marco regulatorio alternativo deja un vacío que amenaza con paralizar una industria emergente y dificultar el acceso a tratamientos esenciales.
Impacto en la industria y el empleo
La eliminación del Reprocann ha tenido un impacto directo en las empresas dedicadas al cultivo y producción de cannabis medicinal. Un ejemplo claro es una compañía radicada en La Rioja, que anunció la suspensión de sus operaciones debido a la incertidumbre generada por esta decisión. Este tipo de medidas no solo afecta a las empresas, sino también a los trabajadores y profesionales que dependen de esta industria para sostener sus familias.
El sector del cannabis medicinal había comenzado a consolidarse como una fuente importante de empleo y desarrollo económico en varias provincias argentinas. Ahora, con la eliminación del Reprocann, cientos de puestos de trabajo están en riesgo, lo que podría frenar el crecimiento de una industria con gran potencial tanto a nivel nacional como internacional.
Los pacientes, los más perjudicados
Sin lugar a dudas, los principales afectados por esta medida son los pacientes que utilizan cannabis medicinal para tratar diversas patologías, como epilepsia refractaria, dolores crónicos o enfermedades neurodegenerativas. Muchos de ellos dependían del Reprocann para acceder de manera segura y legal a sus tratamientos. Ahora, con la eliminación del registro, se enfrentan a mayores dificultades para obtener los productos necesarios.
En algunos casos, esta situación podría empujar a los usuarios hacia el mercado negro, exponiéndolos no solo a riesgos legales sino también sanitarios, ya que no existe garantía sobre la calidad o seguridad de los productos adquiridos fuera del marco regulatorio.
Un futuro incierto
La eliminación del Reprocann plantea serios interrogantes sobre el futuro del acceso al cannabis medicinal en Argentina. Si bien es necesario combatir el desvío hacia mercados ilegales, esta medida parece haber sido tomada sin considerar las consecuencias para miles de pacientes y trabajadores. Además, hasta ahora no se han presentado alternativas claras para garantizar el acceso seguro y regulado al cannabis medicinal.
En un momento en el que muchos países están avanzando hacia la regulación integral del cannabis medicinal e incluso recreativo, Argentina parece dar un paso atrás. Es fundamental que las autoridades reconsideren esta decisión y trabajen junto con organizaciones civiles, expertos médicos y actores del sector privado para encontrar soluciones que equilibren la seguridad pública con el derecho a la salud.
El futuro del cannabis medicinal en Argentina está en juego. Lo que está claro es que no se trata solo de una cuestión económica o legal: detrás de cada planta cultivada hay vidas humanas que dependen de este tratamiento para tener una mejor calidad de vida.