La creciente preocupación por el uso excesivo de fondos públicos en publicidad por parte del municipio de Tres de Febrero ha suscitado un debate crítico, especialmente en el contexto de las posibles aspiraciones políticas del intendente Valenzuela hacia la gobernación en 2027.
Este fenómeno plantea interrogantes sobre la transparencia y la ética en la gestión de los recursos municipales.
El municipio ha incrementado significativamente su presupuesto destinado a publicidad, lo que ha llevado a muchos a cuestionar si estos gastos están justificados o si, en cambio, se utilizan para promover la imagen política de Valenzuela. Durante un discurso reciente, Valenzuela destacó que el municipio es “económicamente sólido” y que se han realizado numerosas obras y mejoras en servicios públicos.
Sin embargo, este enfoque en la imagen podría estar desviando recursos que podrían ser utilizados en áreas más críticas como salud y educación.
Las sospechas sobre el uso de fondos públicos para financiar una posible campaña electoral son particularmente preocupantes. Si bien el intendente enfatiza la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas, el aumento en los gastos publicitarios podría interpretarse como un intento de posicionarse ante los votantes antes de las elecciones. Esta percepción se ve agravada por el hecho de que gran parte del presupuesto municipal se destina a iniciativas que parecen más orientadas a mejorar la imagen del gobierno local que a abordar problemas estructurales en la comunidad.
El gasto excesivo en publicidad no solo plantea cuestiones éticas, sino que también tiene repercusiones directas en los ciudadanos. Los fondos que podrían destinarse a mejorar infraestructuras, servicios sociales o programas educativos están siendo redirigidos hacia campañas publicitarias. Esto puede resultar en una disminución de la calidad de vida para los habitantes de Tres de Febrero, quienes podrían beneficiarse más de inversiones en áreas esenciales.
Es fundamental que los concejales y los ciudadanos exijan una mayor fiscalización sobre cómo se distribuyen y utilizan los recursos municipales. La transparencia no debe ser solo un lema, sino una práctica constante que garantice que cada peso gastado tenga un impacto positivo en la comunidad. Si bien Valenzuela ha presentado logros significativos durante su gestión, es crucial que estos no se vean empañados por dudas sobre el uso adecuado del presupuesto.
La comunidad merece claridad y responsabilidad en las decisiones que afectan su bienestar.