La reciente decisión de la Municipalidad de Tres de Febrero de eliminar la Tasa de Alumbrado, de la boleta municipal (TSG) ha generado un intenso debate en la comunidad.
Esta maniobra, presentada como un alivio fiscal durante el gobierno de Alberto Fernández y Kicillof, ha sido criticada por muchos vecinos que consideran que se trata de un mero cambio de formato en la recaudación, más que una verdadera reducción impositiva.
La eliminación del alumbrado de la boleta municipal se ha interpretado como un intento del gobierno local de alinearse con las políticas del actual gobierno nacional bajo Javier Milei, quien también promueve recortes fiscales. Sin embargo, esta supuesta quita se ha traducido en un aumento en las facturas de Edenor, donde los vecinos ahora deben pagar directamente por el servicio de alumbrado público. Esto ha llevado a muchos a sentir que, en lugar de una reducción, están enfrentando una duplicación de pagos, lo que ha generado un notable malestar en la comunidad. Aunque no duro demasiado tiempo ya que el municipio volvió a anunciar, “El alumbrado vuelve a cobrarse en la boleta municipal”, en contexto de una supuesta colaboración con el gobierno nacional.
Los opositores al intendente Diego Valenzuela han aprovechado esta situación para criticar su gestión, argumentando que esta estrategia es un intento de desviar la atención de otros problemas municipales. Por otro lado, algunos sectores apoyan a Valenzuela, especialmente aquellos alineados con La Libertad Avanza, quienes defienden la medida como parte de un esfuerzo conjunto para aliviar la carga fiscal en tiempos difíciles.
Los comentarios de los vecinos reflejan una creciente frustración. Muchos sienten que no fueron consultados en su momento sobre este cambio y que debían lidiar con un sistema que parecia más confuso y costoso. “No entiendo por qué tengo que pagar dos veces por el mismo servicio”, expresaba un residente local. Otros añadian que el aumento en las tarifas es insostenible y que esta estrategia solo beneficiaba a las empresas eléctricas. Sin embargo uno podía pedir que Edenor no lo cobre, pero ahora que vuelve a la Boleta Municipal ya no haría falta hacer ningún tramite.
La decisión de eliminar el alumbrado de la boleta municipal pudo haber sido presentada como una medida positiva, pero ha resultado en una reacción adversa entre los ciudadanos. La percepción general es que se trataba más de un juego contable que de una verdadera mejora en la gestión fiscal. La situación plantea preguntas sobre la transparencia del gobierno municipal y su compromiso con el bienestar económico de sus ciudadanos. Hasta lo anunciado hoy, todo vuelve a fojas cero.