El gobierno de Javier Milei puso a la Argentina al borde de un conflicto fronterizo con Chile, tras la inauguración en la región de Magallanes de una base de la Armada Argentina que traspasó el límite con el país vecino.
El presidente chileno Gabriel Boric advirtió en las últimas horas que si el tema no se resuelve “en el plazo más breve posible”, el ejército de su país se encargará de hacerlo.
La inédita escalada ocurrió luego de que a finales de abril último se inaugurara el Puesto de Vigilancia y Control de Tránsito Marítimo Hito 1 de Magallanes, en la provincia de Tierra del Fuego.
La base en manos de las Fuerzas Armadas nacionales se halla dentro del territorio argentino pero para su funcionamiento se instalaron paneles solares que, de manera insólita, fueron colocados tres metros adentro del lado chileno. Aquí cabe una digresión: los paneles fueron donados por la empresa de tecnología Mirgor, parte de cuyo capital accionario es propiedad de Nicolás Caputo, primo del ministro de Economía, Luis Toto Caputo.
“Un error de buena fe”
La cuestión es que la queja del gobierno de Boric se hizo oír inmediatamente y el receptor de ella fue el embajador argentino en Chile, Jorge Faurie, el que cuando fue vicecanciller le entregó -en estado de ebriedad- a Gran Bretaña parte de la explotación marítima en torno de Malvinas.
Enterado del nuevo problema con Chile, Faurie no tuvo mejor idea que minimizar el asunto: “No es una obra tan importante. Son unos paneles solares” para cuya instalación “no se consultaron bien cuáles eran las coordenadas que marcan el límite”, explicó.
Luego intentó bajarle más el precio al tema con un disparatado argumento: “Esos paneles que son proveedores de electricidad también podrían abastecer al lado chileno”, con lo cual “sería útil para la guarnición que tienen allí”.
A pesar de que el caso no se trata de una disputa territorial, como sí los hubo entre Argentina y Chile a lo largo de la historia, el tema fue conversado en el máximo nivel.
Boric y Milei lo hablaron personalmente y el argentino prometió saldar el tema, según deslizó el canciller chileno, Alberto Van Klaveren. El diplomático se refirió al asunto como “un error de buena fe” por parte de la Argentina, pero en las últimas horas la tensión aumentó.
“Deben retirar esos paneles solares a la brevedad o lo vamos a hacer nosotros”
Debido a la inacción del gobierno de La Libertad Avanza (LLA), el presidente Boric se pronunció públicamente al respecto. “Las fronteras no es algo con lo que se pueda tener ambigüedades” porque “es un principio básico del respeto entre países”. “Por lo tanto, deben retirar esos paneles solares a la brevedad o lo vamos a hacer nosotros”, sentenció.
Durante un contacto con la prensa, el mandatario trasandino reconoció que Chile recibió “una disculpa por parte de la Cancillería argentina”, pero el problema siguió abierto.
La vez que él y Milei hablaron al respecto, el argentino le aseguró que derivaría el tema en la canciller Diana Mondino, cuya permanencia en el Palacio San Martín sigue pendiendo de pocos hilos.
La reacción de Boric fue justificada por el jefe de la diplomacia chilena. “Lo que importa es básicamente que hay una instalación que está en territorio chileno y el presidente fue muy claro en el sentido de pedir su remoción inmediata”, dijo Van Klaveren.
Basado en “la excelente relación” que hay entre ambos países, Boric expresó que “no vamos a tener problemas” en solucionar el contrapunto. No obstante, recalcó que la decisión argentina de haber traspasado la frontera “es una señal equívoca que no nos gusta y por lo tanto lo que exigimos es que esto se resuelva en el más breve plazo posible”. “Insisto, si no lo vamos a hacer nosotros”, enfatizó.
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