Everton y Tottenham abrieron este sábado la jornada de la fecha 23 de la Premier League.
La visita se imponía por 2-1 en el Goodison Park y cuando creía que estaba todo liquidado y se llevaba los tres puntos a casa, el Cuti Romero, que fue titular, despejó mal una de las últimas pelotas en el minuto 93 y le permitió a Branthwaite empujarla para lograr el empate 2-2. Un doblete de Richarlison lo había puesto al frente y lo había igualado parcialmente Harrison para los locales.
El equipo del australiano Ange Postecoglu dejó en el camino dos puntos importantes en el último centro del partido, que puede lamentarse en su carrera hacia la clasificación a la Champions League de la próxima temporada. Mientras que los de Sean Dyche ganaron un punton con el que respirar mientras se decide su apelación a la sanción de diez puntos que le impuso la Premier por irregularidades en el ‘fair play’ financiero.
Por respeto, después de cuatro temporadas en Goodison Park, no festejó sus goles Richarlison, la única concesión que tuvo con su exequipo ya que marcó en la primera pelota que tocó y repitió con su segundo disparo. Los aciertos del nueve fueron la única buena noticia en toda la primera mitad de un Tottenham gris, que creyó tenerlo todo hecho al marcar rápido y se dejó dominar por un tosco rival, que se acercó sin aparente peligro a su área, pero que tuvo un plan claro; explotar las dudas por alto de Guglielmo Vicario.
El empate revitalizó al Everton, que creyó incluso en la remontada hasta que le llegó otra pelota al borde del área a Richarlison, para que el brasileño apagase con otro lanzamiento perfecto cualquier conato de reacción. Más centrado Vicario y más punzante el Tottenham en ataque, la segunda mitad fue londinense y tan solo las intervenciones de Jordan Pickford mantuvieron en el partido a los locales. Ante el español Pedro Porro, frente al alemán Timo Werner o negándole el ‘triplete’ a Richarlison, el internacional inglés se agigantó para resguardar las opciones del equipo de Sam Dyche, que encontró el empate cuando nadie confiaba. De nuevo a balón parado. Otra vez por un error defensivo de los Spurs.