Hace unos 4.000 años, una docena de familias incapaces de producir su sustento, abandonaron la tierra en que vivían y en la que no habían plantado ni un ladrillo y se refugiaron en Egipto donde tiempo después fueron esclavizados y hambreados, azotados y asesinados, durante 400 años.
Un día, multiplicados y convertidos en pueblo, recuperaron su libertad y tras entrenar a tres generaciones en pleno desierto durante 40 años, basados en un testamento transmitido en forma oral de padres a hijos, invadieron aquellas tierras abandonadas cuatro siglos atrás y por “orden de su dios”, masacraron a quienes habían habitado la tierra construído ciudades y producido alimentos para sus pueblos y la retomaron como propia.
Hace casi 2.000 años, derrotados y sometidos por el imperio más poderoso de la tierra y dejando solos a quienes luchaban por recuperarla, volvieron a abandonarla desparramándose por todo el mundo entonces conocido.
1.888 años después, por obra y gracia de otro imperio que a pesar de sus esfuerzos, no había logrado someter a los habitantes y una vez más, en nombre de aquel testamento invocado cuarenta siglos atrás, le entregaron la tierra a los descendientes de aquellas doce familias que por segunda vez la habían abandonado, esta vez por casi 20 siglos y desde entonces, 1948, una vez más “los herederos” masacran sin solución de continuidad a quienes habitaron, hicieron prosperar y defendieron de infinitas agresiones a aquella tierra dos veces abandonada por ellos, torturando y asesinando no sólo a sus soldados sino también a sus ancianos, mujeres y niños, bloqueando la llegada de alimentos y medicamentos y demoliendo sus ciudades con saña feroz… ¡¡¡¿Y los “terroristas” son los palestinos?!!!