El encuentro entre Quilmes y Gimnasia de Mendoza por la Primera Nacional debió ser suspendido en la noche de este viernes debido a una agresión al arquero visitante Brian Olivera, quien no pudo continuar.
Con el resultado 0 a 0 en el estadio Centenario Ciudad de Quilmes, los jugadores de ambos equipos esperaban por el arranque de la segunda mitad cuando Olivera se tiró al suelo agarrándose la cabeza.
Rápidamente, el árbitro José Carreras se acercó y al corroborar que no podía continuar debido a que hinchas le habían arrojado un proyectil desde la tribuna que habría impactado en su nuca. Fue así que tras varios minutos demorado, el referi dio por suspendido el partido al asegurar: “Primero está la persona, después el deportista”.
Mientras tanto, el jugador del equipo dirigido por Joaquín Sastre fue sacado del campo de juego en camilla y un hecho repudiable ocurrió cuando las cámaras mostraron que seguían las agresiones hacia él.
Además, una vez en el vestuario, los médicos comenzaron a atenderlo con los primeros auxilios, se lo vio consiente con un cuello ortopédico y con suero para calmarlo antes de derivarlo al Sanatorio Finochietto de Avellaneda. Afuera, continuó el escándalo con discusiones entre los dirigentes debido a que el presidente de Quilmes acusó que se trataba de una actuación del arquero.