Gimnasia venció 2-1 con Rosario Central por el doblete de Cristian Tarragona luego del gol inicial de Ariel Cervera en un colmado Estadio Juan Carmelo Zerillo, por la sexta jornada de la zona A de la Copa LPF.
Con este triunfo, Gimnasia respira en la tabla anual. Ahora suma 36 puntos y dejó atrás, a la espera de sus respectivos partidos, a CentralCórdoba, Huracán y Colón. Había ganado en el debut de LeonardoCarol Madelón frente a Vélez por el mismo resultado dos jornadas atrás también como local, pero aún tiene mucho por corregir: es el elenco más goleado del campeonato con 11 tantos recibidos. El domingo que viene, visitará UNO para disputar el clásico contra Estudiantes.
Por su parte, Rosario Central aún no levanta cabeza en este certamen. Solamente tiene al condenado al descenso Arsenal por debajo en la Zona A y fue superado por su rival de hoy. Con esta derrota, quedó afuera de los puestos de clasificación a la Copa Sudamericana y acumula 12 presentaciones sin victorias fuera del Gigante de Arroyito. Contra Newell’s, vuelve a casa el sábado a partir de las 16.30.
Arrancó a pura intensidad por parte del local el partido en ElBosque. Ya a los dos minutos de juego, Benjamín Domínguez tuvo la primera oportunidad tras un centro proveniente desde el sector opuesto. Tal era la sorpresa y la confusión de la visita que la intranquilidad se sentía en su banco de suplentes: antes de los 15, echaron a uno de los asistentes de Russo, Jorge Rey.
Cuando las imprecisiones le empezaban a ganar terreno al ritmo y al pase corto que le había impregnado el Lobo al amanecer del encuentro, el joven extremo desperdició un mano a mano aún más claro. Sin embargo, no se le puede quitar mérito a Jorge Fatura Broun, quien tuvo una enorme respuesta. Cuando Eric Ramírez recibió el rebote, ya estaba en posición adelantada.
Casi sin quererlo y de casualidad, La Academia se encontró con una clarísima chance que no dejaría pasar. Todo lo que toca Jaminton Campaz se convierte en oro. El Bichi ubicó a Cervera en el área y el ex Aldosivi, con un débil toque de pelota, venció la resistencia de Tomás Durso.Nunca más en todo el primer tiempo Central volvió a atacar. Ni siquiera volvió a rematar.
En el desenlace de la etapa inicial, Gimnasia obtuvo el premio que merecía. Quizás en el momento más crítico de su fútbol, cuando la tabla lo marcaba descendido por tabla anual si el torneo terminara en ese momento, cuando crecían los murmullos del público. Con el golazo de Tarragona, el clima cambió rotundamente. Los jugadores se fueron al entretiempo bajo un cántico incesante de la hinchada tripera que notaba que lo podía ganar.
Con la misma intensidad que el comienzo del partido, Domínguez tomó las riendas del ataque del Lobo y de todo lo que sucedía en El Bosque. Realmente, se lo tomó como una final el equipo local. Desde los futbolistas hasta los 21.500 triperos que llenaron el estadio. Reapareció el ex Patronato, Vélez y Platense para sellar su doblete y darle la vuelta al resultado.
La única fórmula que concibió Central para lastimar a su oponente fue apostar constantemente a los arrestos individuales de Campaz, quien, aún malherido en su rodilla izquierda, siguió complicando por el sector izquierdo. En una jugada similar a la del tanto de Cervera, el Bichi cruzó un lanzamiento elevado para la llegada del lateral derecho, DamiánMartínez.
¿Quién sino? El volante izquierdo de La Academia recibió una falta en el vértice del área grande rival y Maximiliano Lovera hizo trabajar a Durso cuando restaban pocos minutos para el desenlace.