Atlético Tucumán y River empataron este viernes en el Monumental José Fierro, por la fecha 14 de la Liga Profesional, en un encuentro caliente con muchas polémicas del que el Millonario se llevó una mejor imagen, más allá de varios contratiempos que lo llevaron a estar abajo en el marcador con un hombre menos.
Otra prueba superada para el líder, más allá de no haber podido sumar de a tres.
Un partido chivo le tocó afrontar al equipo de Martín Demichelis. Desde el vamos, los de Lucas Pusineri se le plantaron y le metieron vértigo al ataque, lo que desnudó más de una falencia del fondo visitante. Aún así, Elías Gómez fue el primero en complicar a Tomás Marchiori, pero en la jugada siguiente, a los 14 minutos, Mateo Coronel enfrentó a Franco Armani por derecha y lo batió con un disparo fuerte que no alcanzó a desviar de su destino de red. Después, el VAR dejó dudas: pese a la revisión, convalidó la acción aunque pareció existir falta previa de Marcelo Estigarribia sobre Agustín Palavecino.
Lo que siguió fue un descontrol del lado de La Banda, que terminó por complicar su situación. José Paradela fue amonestado dos veces en un minuto y dejó al Millonario con diez. Armani se distrajo y casi lo sorprende Estigarribia mientras buscaba una pelota afuera. Igual, River pudo empatar por sus individualidades, como cuando Palavecino obligó al esfuerzo a Marchiori de tiro libre. Más allá de un par de polémicas por las que el Decano había pedido penal, el telón del período inicial se bajó con las quejas del banco de River sobre Fernando Rapallini: Javier Pinola y Germán Lux lo siguieron hasta el vestuario a puro reclamo.
En el complemento, los tucumanos se quedaron mucho y confiaron en administrar la ventaja, sin tener en cuenta que dejaban vivo a un rival muy peligroso cuyo mérito radicó en salir con otro chip tras el descanso, sin volver a entrar en desesperación. Armani tuvo trabajo ante Coronel, pero en el final Joaquín Pereyra cabeceó en el primer palo un córner desde la izquierda y lo empató en contra.
En lo que siguió sobró el vértigo pero faltó claridad. El 1-1 quedó firme y cercano a la justicia, más allá de tanta vicisitud y chispazo.