La cantante grabó los 12 videos del álbum para contar la historia de su tercer trabajo discográfico que presentó en la noche de ayer junto a sus familiares, amigos y gente del ambiente.
En la tarde noche del día de ayer, Jimena Barón convocó a su gente más cercana para presentarles en el cine Dot de Buenos Aires, el trabajo que tan celosamente estuvo resguardando los últimos tres años.
Pero para mostrar su tercer álbum al que llamó “Mala Sangre”, ya que fue la palabra que la marcó en todo el proceso de trabajo, decidió volver a su pueblo, San Emilio, donde la cantante pasó varios veranos en la casa de su abuela Bety y su bisabuela Beba y atesora los momentos felices de su infancia.
Apelando a esa memoria emotiva y volviendo a conectar con sus raíces, la cantante realizó un trabajo introspectivo que culminó en este tercer disco, al que denominó el más profundo de su carrera.
“Me pelee con todo el mundo para hacer este disco. Por eso cuando pensé en el nombre no dudé en ponerle `Mala Sangre`, porque la pasé como el culo, fue un stress para todos, no puedo decir que fue un proceso del todo grato, hubo mucha cosa”, señaló.
Hasta el momento habíamos conocido algunos cortes de difusión como “La Araña”, “Mi felicidad”, que grabó junto a su hijo “Momo” y “Cruel y Despiadado”. Pero J MENA fue por más y decidió innovar en la forma de lanzar el álbum. De esta manera y tras muchas negociaciones con Sony Music, consiguió su cometido y se instaló en la locación junto a todo su equipo.
“Mala Sangre” cuenta una historia de desamor y resurrección. Con letras profundas, directas y toda la personalidad de Jimena que busca en lo más hondo de su ser aprender de sus desaciertos para llegar a la única salida: `la búsqueda de la felicidad y la liberación de los males pasados`. Este trabajo no es solo un disco, es una hoja de ruta, que la artista escribió, actuó y cantó no solo para sanar, sino para acompañar a todas aquellas personas que, al igual que ella, aman, sufren, se equivocan y se sobreponen por igual.
Es por eso que Jimena conecta con su público, porque no hay imposición en sus letras, se ríe de ella misma y se enoja con sus partes más humanas, mientras materna y sigue en la lucha cotidiana de ser mejor todos los días.