Un 10 de marzo de 1906 un total de 1099 mineros, entre ellos decenas de niños, mueren en una gigantesca explosión en la llamada Catástrofe de Courrières.
A 220 kilómetros al norte de París, el peor accidente minero registrado en Europa. El siniestro fue provocado por la ignición de polvo de carbón de la mina de la firma Courrières y lograron escapar 701 mineros del total de1800 que trabajaba bajo precarias condiciones de seguridad.