El joven de 27 años compró una pala luego de conversar con un excompañero de la fuerza de seguridad, misteriosamente desapareció y su recorrido nunca pudo rastrearse.
El policía Arshak Karhanyan desapareció el 24 de febrero de 2019, cuando fue visto por última vez en una imagen de cámara de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, al salir de un local de la cadena Easy. Alrededor de su caso, un expediente que ya lleva cuatro años, hubo varias sospechas que podrían llevar a una línea de investigación, pero todas devinieron en elementos que no tuvieron un hilo conductor.
La Policía porteña, la fuerza de seguridad que integraba Arshak desde 2015 en áreas de investigación y cibercrimen, fue señalada por la familia del joven, funcionarios y organismos de Derechos Humanos por irregularidades y “encubrimiento” en peritajes clave de la investigación.
Una supuesta pelea con un jefe que desembocó en un traslado y una degradación de tareas, una participación “muy secundaria” en un peritaje del caso por la muerte del fiscal Alberto Nisman, y una conversación dudosa horas antes con un excompañero y amigo –también policía de la Ciudad–, el último en hablar con él según lo que pudo probarse, son los pocos datos que se vinculan al caso.
(Perfil)
Televisión Pública, cubriendo el pedido de Justicia mientras Larreta se pasea de campaña sin dar ningún tipo de explicación.