Un 17 de febrero de 1994 el empresario Fructuoso Álvarez González incendia con fósforo líquido la casa de la familia Bagnato en el barrio porteño de Flores.
Donde mueren cinco de sus seis moradores. Matías Bagnato fue el único sobreviviente del ataque. Álvarez González provocó el incendio porque no poder cobrar a su socio José Bagnato una deuda que le reclamaba bajo amenazas de muerte, dictaminó el tribunal que lo condenó.