INSTITUTO Y HURACÁN SIN GOLES EN CÓRDOBA
El Globo, que venía de dos victorias consecutivas, no pudo seguir con el puntaje ideal pero gracias al 0-0 es uno de los tres que miran al resto desde arriba.
En un juego luchado y sin grandes ideas, el Albirrojo sumó un punto que tiene gusto a poco, porque sigue sin ganar de local.
El partido tuvo intensidad desde el arranque mismo. Instituto, con el plan de siempre, buscaba manejar la pelota y ser directo, profundo. Con la velocidad de “Santi” Rodríguez y Adrián Martínez en el área.
Huracán no quería ser menos y empezaba a preocupar con dos delanteros picantes como Cóccaro y Cordero, que desde el vamos amenzaban al “Loco” Carranza.
El Monumental de Alta Córdoba lucía repleto, con más de 25 mil personas y el nuevo sistema lumínico funcionando a la perfección. Y la Gloria quería estar así, encendido. A los siete ya avisó el propio Rodríguez, con un tiro libre que era una bomba: el arquero Cháves la sacó al córner, por arriba, con mucha dificultad.
El Albirrojo quería atorar al Globo en la salida y no dejarlo pensar, por eso presionaba bien alto, buscando el error para atacar rápidamente. La visita se arrimaba también con un arma importante: la pelota parada. El juego era de ida y vuelta, con ambos equipos proponiendo. A los 26, Huracán se aproximó con un cabezazo de Cordero que Carranza atrapó bien, con solvencia.
Al local lo complicó un poco una rápida amarilla a Bochi, que lo condicionó. Una mano involuntaria, tras caerse, le generó una tarjeta del juez Lobo Medina. Tras una primera media hora de altísimo ritmo, ambos equipos sintieron el esfuerzo camino al entretiempo. Todo se volvió más luchado y las llegadas a los arcos empezaron a escasear.
Sí estuvo cerca la visita con un centro que encontró bien posicionado a Gudiño. Pero su remate, que tenía destino de gol, rebotó en la espalda de Cerato y salió afuera, con Carranza ya vencido. Así, quedaría todo abierto camino al complemento, con el marcador 0 a 0.
El complemento se planteó de la misma manera, con Instituto teniendo más la pelota pero sin saber como resolver en tres cuartos de cancha. Y Huracán ahí, expectante, esperando algún error para sacar provecho. Fue nuevamente Rodríguez, a los 5 minutos, quien estuvo cerca con un potente zurdazo que Cháves sacó al córner.
Ese tiro despertó a un local que había salido algo disperso. Watson y Lodico se enchufaron el Albirrojo se acercó al área rival. Bovaglio entendió que el equipo necesitaba más presencia ofensiva y metió a Lucas Albertengo, por Watson. Luego, sería el turno de Brahian Cuello que saltaría a la cancha por Rodríguez, para aportar algo diferente.
Promediaba el complemento y el encuentro parecía ir directo a un marcador sin emociones. Los minutos fueron transcurriendo en el complemento y cada vez parecía más difícil encontrar espacios y creatividad. Hubo más cambios de ambos lados que tampoco cambiaron demasiado la historia del cotejo.
Así, el final parecía previsible en Alta Córdoba.
(Con información de La Voz)