Tenía 25 años. Era viuda de Martín Gregorio de Álzaga (que le llevaba 32 años), con quien tuvo dos hijos, muertos tempranamente. Luego de enviudar, se comprometió con Samuel Sáenz Valiente. El 29 de enero, Enrique Ocampo, un antiguo pretendiente, la intimó a casarse con él. Ella quiso huir y el hombre le disparó, tras lo cual se suicidó (así lo caratuló el juez), si bien se afirma que lo ultimaron un hermano y un primo de Felicitas. El hecho conmocionó a la sociedad porteña.
En el lugar de la muerte de la dama de alta sociedad se erigió la iglesia de Santa Felicitas, en el barrio de Barracas.