Un 9 de diciembre de 1962 en el estadio La Bombonera, el arquero boquense Antonio Roma se adelanta unos dos metros y ataja un penal ejecutado por el delantero riverplatense Delem.
Con lo que el equipo “xeneize” se consagra campeón del Campeonato Metropolitano al vencer por 1-0 a su clásico rival. “Penal bien pateado es gol”, dijo el árbitro Nai Foino cuando los jugadores de River protestaron por el adelantamiento de Roma.