Un 22 de noviembre de 1955 bajo el régimen cívico militar presidido por Pedro Aramburu, un grupo de militares comandado por el jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército, Carlos Moori Koenig, secuestra los restos de Maria Eva Duarte de Perón.
Que se encontraban en la Confederación General del Trabajo, donde descansaban desde el fallecimiento de la primera dama, en 1952. Luego del secuestro mandaron el cuerpo a Italia, por la presión mediática de la época.
Recién a fines del año 1973, López Rega a pedido de Isabelita Perón manda a traer el cuerpo de Eva Duarte a la Argentina.