En el estadio Eva Perón de Junín, por la fecha 23 de la liga profesional de fútbol argentino Sarmiento recibió a Tigre.

sobre el cuarto de hora de la etapa inicial apareció de arriba el experimentado delantero local Javier Toledo para lograr la apertura del marcador con un primer cabezazo a la pelota y un segundo al poste izquierdo del arco defendido hoy por Gonzalo Marinelli (Manuel Roffo, habitual titular, estuvo en el banco) que lo dejó tendido fuera del campo de juego por varios minutos.

Parecía mejor plantado Sarmiento en el campo y de hecho llegó a la segunda conquista nuevamente a través de un ya recuperado Toledo, que aprovechó un rebote cedido por Marinelli y se la picó con calidad por encima de su cuerpo, pero el tanto fue invalidado por el árbitro Fernando Espinoza ya que el goleador estaba adelantado en el arranque de la jugada.

Ese gol que podía haber impulsado aun más a los locales hacia delante tuvo, al ser anulado, el efecto inverso, porque a partir de allí Tigre fue hegemonizando el desarrollo del partido y empezó a llegar cada vez con mayor frecuencia sobre el arco sarmientino.

Y en los cinco minutos finales de ese primer tiempo el arquero local, Fernando Meza, dio dos rebotes exageradamente largos ante sendos remates de media distancia y de allí llegaron los dos tantos con los que Tigre dio vuelta el marcador.

A los 40 minutos fue el paraguayo Blas Armoa quien aprovechó el rebote para marcar el empate y su quinto tanto en la misma cantidad de partidos desde que tomó la titularidad con el cambio de esquema a un 4-3-3 que practica el técnico Martínez.

Y a los 45 minutos el que usufructuó el regalo del ex-Huracán fue Facundio Colidio, que colocó el 2-2 con un cabezazo bombeado.

La segunda etapa ya tuvo más paridad, porque la lucha en la media cancha estuvo repartida y las llegadas a los arcos también. Sin embargo el local se mostró siempre más cerca del gol que su visitante, especialmente por aquello de la pelota parada y su potencia en el juego de arriba. Por ello fue que Marinelli debió trabajar a destajo para impedir que cada cabezazo ganado por los locales no llegara al fondo de su arco.

Hasta que restando poco más de cinco minutos Lisandro López pareció traerle suerte a su equipo con su ingreso, porque inmediatamente otra tiro de esquina fue ganado de alto por los atacantes locales, el balón derivó en el también recién ingresado Luciano Gondou, que con un zurdazo bajo y pegado al cuerpo del arrodillado Marinelli terminó sellando el empate final. ( Télam )

Claudio Gambale 46 años , Periodista de Tres de Febrero.