El 12 de julio de 1930, a las 6:23 de la mañana, ocurrió el accidente tranviario más grave de la historia argentina, cuando el tranvía N° 75 de la Línea 105, que hacía el recorrido desde Temperley (Gran Buenos Aires) hacia Plaza Constitución (Ciudad de Buenos Aires), cayó al Riachuelo desde el Puente Bosch.
El tranvía transportaba principalmente obreros, muchos inmigrantes que cruzaban diariamente el Riachuelo para llegar a sus trabajos en fábricas y frigoríficos. La unidad salió a las 5 de la mañana y, al llegar al Puente Bosch, que era un puente levadizo para permitir el paso de embarcaciones, el conductor no advirtió que la parte central del puente estaba levantada debido a la espesa niebla. A pesar de las señales luminosas y sonoras de advertencia, y los gritos de pasajeros, el tranvía siguió avanzando y cayó al agua.
El Puente Bosch, inaugurado en 1908, tiene tres tramos: dos fijos y uno levadizo en el centro. La falla ocurrió porque el tranvía entró en el tramo levadizo abierto. Testigos y pericias posteriores indicaron que el conductor intentó frenar al darse cuenta del peligro, pero no pudo detener la marcha debido a una falla mecánica: el acelerador estaba trabado y los frenos desgastados.
El accidente dejó un saldo trágico de 56 muertos y solo 4 sobrevivientes. Los pasajeros que fallecieron quedaron atrapados dentro del tranvía que se hundió en las frías aguas del Riachuelo. Los rescates fueron realizados por buzos de Prefectura, policías y bomberos de distintas jurisdicciones.
La tragedia conmocionó a la sociedad argentina y fue ampliamente cubierta por la prensa de la época, con reportajes gráficos y crónicas que documentaron el rescate y las consecuencias para las familias de las víctimas. El accidente tuvo repercusión cultural, inspirando películas como Dock Sud (1953) y menciones en otras producciones argentinas.
Este siniestro evidenció la necesidad de mejorar la seguridad en el transporte público y el mantenimiento de infraestructuras críticas, así como la importancia de protocolos claros para evitar accidentes similares.
En resumen, el accidente del tranvía al Riachuelo el 12 de julio de 1930 fue una tragedia humana y técnica que marcó un antes y un después en la historia del transporte en Argentina, recordada como el peor desastre tranviario del país.