El 11 de julio de 1966 comenzó en Inglaterra la IX Copa Mundial de Fútbol, un torneo que reunió a las mejores selecciones del planeta.
Este evento deportivo es recordado por la pasión de los aficionados y la histórica victoria de Inglaterra, que conquistó su único título mundial hasta la fecha.
Este Mundial se destacó por varios hitos históricos y deportivos. Inglaterra, como país anfitrión, partió como favorito y mostró un desempeño sólido desde el inicio, ganando su grupo con dos victorias y un empate. En cuartos de final, venció a Argentina en un partido polémico y luego eliminó a Portugal, liderado por el goleador del torneo, Eusébio, quien anotó nueve goles y fue la figura destacada del campeonato. En semifinales, Inglaterra derrotó a Portugal con dos goles de Bobby Charlton, mientras que Alemania Federal superó a la Unión Soviética.
La final, disputada el 30 de julio en el emblemático estadio Wembley ante 96.924 espectadores, enfrentó a Inglaterra y Alemania Federal. El partido fue intenso y terminó empatado 2-2 en el tiempo reglamentario. En la prórroga, Geoff Hurst anotó un gol que generó una de las mayores controversias en la historia del fútbol: el llamado «gol fantasma», cuando el balón picó sobre la línea de gol tras un disparo que el árbitro y el juez de línea validaron pese a la duda. Hurst completó un hat-trick con un cuarto gol que selló la victoria 4-2 para Inglaterra, que obtuvo así su primer título mundial. La Copa fue entregada por la reina Isabel II, en una ceremonia histórica que simbolizó el triunfo del país anfitrión.
El torneo contó con un récord de asistencia de público, con más de 1.5 millones de espectadores en total, y se jugó en ocho estadios ingleses, con Wembley como escenario principal. Además, fue la primera Copa Mundial en tener una mascota oficial, el león Willie, y el balón oficial fue el Challenge 4-Star fabricado por Slazenger.
Entre las sorpresas del torneo destacó la eliminación temprana de Brasil, vigente bicampeón, que no pudo avanzar de la fase de grupos a pesar de contar con figuras como Pelé y Garrincha. También sobresalió la actuación de Corea del Norte, que sorprendió al vencer a Italia en la fase de grupos.
En resumen, el Mundial de 1966 no solo marcó un antes y un después para Inglaterra, coronándola campeona por primera vez, sino que dejó momentos imborrables para la historia del fútbol, como el gol fantasma de Hurst y la consagración de Eusébio como goleador.