Un 22 de septiembre de 1980 comienza una guerra entre Irán e Irak.
Que exigía una nueva delimitación fronteriza con la que buscaba anexar la región de Shatt al-Arab, en manos iraníes. El conflicto, que duró casi ocho años y cuyo origen se encuentra en la antigua hostilidad entre árabes y persas por rivalidades regionales, dejó un millón de muertos y grandes daños económicos en los dos bandos. Concluyó el 20 de agosto de 1988 sin un claro vencedor.