Un 29 de abril de 1992 en la ciudad estadounidense de Los Ángeles mueren 63 personas y otras dos mil resultan heridas en violentos disturbios desatados durante una manifestación contra el racismo.
Fue luego de que un jurado compuesto por blancos absolviera a los cuatro policías enjuiciados por propinar una brutal paliza al taxista Rodney King, de raza negra, el 3 de marzo de 1991.