Un 17 de marzo de 1992 el ataque destruyó completamente la sede de la embajada y del consulado.
Ubicadas la calle Arroyo de la ciudad de Buenos Aires. Fue el segundo peor ataque terrorista en la historia de Argentina, después del atentado terrorista contra la AMIA en 1994, y el peor ataque contra una misión diplomática israelí. causó 22 muertos y 242 heridos.