Un 31 de octubre de 1992 el papa Juan Pablo II reconoce que la Iglesia condenó injustamente al astrónomo y físico italiano Galileo Galilei.
Fue en 1633 por su defensa de la teoría heliocéntrica y del movimiento de los astros. Durante un discurso en la sesión plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias, el papa rindió homenaje al “padre de la astronomía” y reconoció los errores de ciertos teólogos del siglo XVII.