El 26 de mayo de 1998 se celebró por primera vez en Australia el Día Nacional del Perdón, una jornada dedicada a reconocer y pedir disculpas por el secuestro y la separación forzada de niños aborígenes, conocidos como las «Generaciones Robadas», llevado a cabo por el gobierno australiano entre 1869 y 1976.
Más de un millón de personas participaron en actos de reconciliación, marcando un paso importante hacia la justicia social y el reconocimiento de los derechos indígenas.