El 25 de mayo de 1811 se inauguró en la Plaza de Mayo de Buenos Aires la Pirámide de Mayo, el primer monumento dedicado a conmemorar la Revolución de Mayo y el nacimiento de la Primera Junta de Gobierno.
Esta estructura emblemática se erigió como un símbolo de la lucha por la independencia y la soberanía del pueblo argentino. A lo largo de los años, la Pirámide ha sido escenario de múltiples actos patrióticos y manifestaciones populares, consolidándose como un punto de referencia histórico y cultural en la capital.
Su inauguración un año después de la Revolución reafirmó el compromiso de los argentinos con la construcción de una nación libre y autónoma.