El 2 de junio de 1908, el poeta nicaragüense Rubén Darío fue nombrado embajador de Nicaragua en España, un reconocimiento a su destacada trayectoria literaria y su influencia en la literatura hispanoamericana.
Darío, considerado el máximo exponente del modernismo, utilizó su cargo para promover la cultura y fortalecer los lazos entre ambos países.
Durante su gestión diplomática, Darío continuó escribiendo y difundiendo su obra, que incluye poemas emblemáticos como “Azul…” y “Cantos de vida y esperanza”. Su trabajo renovó la poesía en lengua española y sigue siendo un referente fundamental.
El 2 de junio es una fecha para recordar el aporte cultural y diplomático de este gran poeta.