El 2 de junio de 1933 nació en Montevideo, Uruguay, Horacio Ferrer, poeta, letrista y dramaturgo que se convirtió en una de las figuras más influyentes del tango contemporáneo.
Su colaboración con el músico Astor Piazzolla dio origen a obras maestras como «Balada para un loco», «Chiquilín de Bachín» y «María de Buenos Aires», que renovaron el género y lo llevaron a escenarios internacionales.
Ferrer no solo fue un creador excepcional, sino también un defensor de la cultura rioplatense. Fue presidente de la Academia Nacional del Tango en Argentina y trabajó incansablemente para preservar y difundir esta expresión artística emblemática. Su estilo poético combinó la tradición con la innovación, logrando conectar con nuevas generaciones.
Fallecido en 2014, su legado sigue vivo en cada nota y verso que resuena en milongas y teatros, recordándonos la profundidad y el alma del tango.