El 23 de junio de 1902, Albert Einstein ingresó como funcionario en la Oficina Confederal de Patentes en Berna, Suiza.
Este trabajo le permitió desarrollar en paralelo sus teorías científicas revolucionarias, incluyendo la teoría de la relatividad. Su paso por la oficina fue clave para su formación intelectual y su enfoque crítico hacia la física clásica.