El 20 de abril de 1920 se inauguraron en Amberes, Bélgica, los Juegos Olímpicos de Verano, los primeros tras la Primera Guerra Mundial.
Esta edición olímpica simbolizó la recuperación y la esperanza de paz mundial después del conflicto bélico. Participaron más de 2.600 atletas de 29 países, y se introdujeron nuevas disciplinas deportivas.
Los Juegos de Amberes dejaron una huella en la historia olímpica por su significado simbólico y por la inclusión de países que habían sufrido la guerra.