Un 4 de noviembre de 1922 el arqueólogo y egiptólogo británico descubre la tumba del faraón Tutankamón en el Valle de los Reyes.
Frente a la ciudad egipcia de Luxor, uno de los más grandes hallazgos de la historia de la egiptología. La tumba de quien fuera el último monarca de la dinastía XVIII, que gobernó Egipto entre 1550 y 1325 antes de Cristo, estaba prácticamente intacta.